Cuando tenemos todo lo que necesitamos, generalmente queremos más. Nunca estamos conformes, y eso es bueno porque gracias a la ambición tenemos un mundo más avanzado(la parte positiva..) y no nos estancamos. Pero en estos momentos siento que estoy conforme con mi vida, claro que hay un par de detalles que me gustaría mejorar o tener ciertas cosas, pero estoy feliz conmigo y con mi manera de vivir, sentir, reír, gritar.
Miro atrás, y el pasado no importa. Veo un futuro brillante, y un presente feliz, eso es todo lo que me importa. Estoy bien con mi familia, el trabajo cada vez me emociona más, la universidad está a poco tiempo de terminar, mis amigos son justo los que necesito, y bueno jaja EL AMOR...ejem...único detalle faltante, pero no muero por ello.
En días como hoy me siento tan increíblemente bien. No he pensado en mi ex hasta este preciso momento que escribo el post porque la vi conectada. Nada más por eso, y cuando caí en cuenta se sintió como un gran paso, estoy orgullosa de mí misma. No sé cuánto tiempo me dure esta emoción o esta felicidad pero ha valido la pena.
Después de la tormenta viene la calma, no?
Es buenísimo sentirse asi. Y que esas cosas que te hacian llorar tanto, de repente no sean tan importantes.
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