sábado, 8 de diciembre de 2012

Marín: El Regreso. Día 6

Despertamos ese último día allí, y veo que tengo mensaje en whatsapp de mi mamá. Abro la conversación y es un texto kilométrico que subía y subía la barrita, pero no acababa.

Para hacerles un resumen de las frases más relevantes: "tu papá sospecha", "pregunta que de dónde tanta emoción por jugar baraja", "no me dejó dormir en toda la noche", "se la pasa hablando del tema", "pregunta que si tienes una relación con Marín", "dice que si eres cue**", "¿qué va a decir la gente del hotel, que ese par de cue***?"

Si no fueron suficientes los millones de caracteres de mi madre, están los de mi padre:
"Te quiero", "Te extraño", "Haces falta en la casa", "Pórtate bien", "No nos decepciones", "No hagas nada de lo que te arrepientas", "Recuerda siempre los valores que te hemos inculcado", "Recuerda quien eres y lo que te hemos enseñado", "Recuerda que eres la hermana mayor y eres el ejemplo", "Eres mi primogénita"

¿Chantaje emocional? ¡No! ¡Para nada!

Hicimos el checkout del hotel en la mañana, y me la pasé pensando con Marín qué pasaría cuando regresáramos y cómo iba a actuar mi papá, si diría algo, si no diría nada, si me botaba de la casa, si me mandaba al psiquiatra, en fin...

Veníamos de vuelta en el bote, ¡y adivinen qué! Mi papá nos estaba esperando en el muelle. Marín me vio con cara de susto, y yo sólo esperaba que no fuera a salirle con ninguna grosería.
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jueves, 6 de diciembre de 2012

Marín: La Isla. Día 5

Pues sí, estuvimos mucho tiempo en la isla por lo que veo.

Ese día yo no me sentía muy bien porque me estaba empezando a resfriar, y Marín toda linda atravesó cielos y mares (ok, no...) para traerme medicinas y hacerme sentir mejor. 

Nos la pasamos entre besitos, abrazos, vimos una película y básicamente estuvimos como en casita todas relajadas y sin hacer algo específico, incluso jugamos baraja! La vida en la isla era tranquila, me gusta lo cómoda que me siento con Marín porque podemos no hacer nada y aún así que sea divertido.

Ya en la tarde que me sentía mejor, estábamos a mitad de lo que ya saben, y empieza a vibrar mi celular. Por un momento pensé en ignorarlo, pero era mi papá y luego se pone paranoico si estoy en otro lado y no le contesto.

-Hola, hija.
-Hola...(Mientras recuperaba la respiración)
-¿Cómo estás?
-Encima de Marín, gracias, ¿y tú? (No, no es cierto xD) -Bien, está chispeando así que nos quedamos en el hotel.
-Ahh ok. ¿Y cuándo regresas?
-Pues, mañana regresamos, ya hoy es el último día aquí.
-Ah, bueno, está bien. ¿Y qué hacían?

Volteo a ver a Marín, con cara de ¿qué le digo? y yo:
-Eh...jugando baraja.
-Ah...¿Baraja? ¿Y eso las entretiene?
-Tristemente sí. -Trato de sonar lo más convincente posible.
-Uhm...bueno...ok...cuídate, pórtate bien. Chao

Cerré la llamada. Y quedé con una extraña sensación de que quizá no fui tan convincente como pensé.

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