viernes, 17 de agosto de 2012

Marín: Bienvenida a mi familia. Día 2

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Recuerdo que desperté temprano, me alisté y fui al Riba Smith. Le había hablado tanto de las cosas que me gustan comprar de allí, y me sentí bien de ir y buscarle desayuno. Es como si ya estuviéramos casadas, pero en el buen sentido. Todo con ella encajaba perfecto, saber que llegaría y que podría entrar y decir esa frase cliché: "Honey, I'm home."

Suelo ser una persona cuidadosa al manejar, no subo mucho la velocidad, pero debo decir que ese día manejé a millón, lo juro: nunca había estado más feliz. Iba yo toda gay al ritmo de radio Disney escuchando musiquita gay con mis emociones todas gay en mi camino a ver a mi novia. Marín causa algo increíble en mí.

Llegué y toqué la puerta. Ya estaba toda bañadita, olía rico. Sólo hicimos poner el desayuno en la cocina y no pudimos dejar de besarnos, de acariciarnos, quería tenerla conmigo un ratito antes de tener que prestársela a mi familia.

Finalmente, fuimos a mi casa y estaba la tropa esperándonos. Mi mamá había preparado un almuerzo para que probara comida panameña, no sin antes Marín entregarle docenas de dulces y regalos a todo el mundo (creo que ella se trajo México completo en esa maleta).

Ya mis hermanos y ella habían hablado un montón de veces, así que no me preocupaban. Mi temor era mi papá, pero no hicieron pasar 5 minutos y él y Marín conversaban sobre frutas, costumbres, que si México, que si esto, que si lo otro.

Mis ojos no creían lo que veía: Mi papá y Marín cayéndose bien y yo allí, de sobra. Caminé lentamente en retroceso y me dirigí a la cocina, donde estaba mi mamá en ese momento. Con señas le pregunté que si veía lo que estaba pasando, y me dijo que sí, con la misma cara de sorpresa que yo. Si bien mi papá no tenía idea de que Marín y yo no éramos sólo amigas, mi miedo era que lo empezara a sospechar.

Vimos tele, jugamos, conversamos...Y no podíamos evitar intercambiar miradas, esa sensación de que pertenecía no me dejaba quitar una gran sonrisa de mi cara. 

Es perfecta.

2 comentarios:

  1. Awww Simplemente leer su encuentro me llena de emociones!! Siempre recordare esta bonita historia que me hace creer que el amor puede estar en cualquier parte y cuando llega de verdad haces todo... Por amor.

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  2. Gracias Panquesito :)

    Pues yo no pensé encontrar alguien así como Marín, y menos de la forma en la que lo hice.

    Supongo que las cosas buenas llegan cuando no las esperas :)

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