domingo, 29 de julio de 2012

Marín: El Aeropuerto. Día 1

Me bañaba, y pasaba el jabón por todos lados cien veces, mil veces. "Quiero oler rico para ella" pensaba, a la vez que se me hacía un nudo en el estómago por saber que iba a verla. Había pasado meses con la idea de que faltaba poco, pero no me lo creía. No me había pegado el golpe hasta ese momento.

"¿Cómo será cuando nos veamos?"- Mi mente no me dejaba en paz. No hice sino pensar en todas las formas que había de que ocurriera nuestro primer beso, acariciarla por primera vez, cuando lo hiciéramos.

Me alisté y recogí las cosas que le tenía preparadas. Me detuve en la puerta de mi cuarto, y di un vistazo general de él. Había pasado tanto tiempo conversando allí con ella, que hasta me la recordaba. Lo observé de una manera que nunca lo había hecho. Mi cuarto no significaba absolutamente nada, pero en ese momento todo dentro de mí se movía al verlo.

Entré al aeropuerto, con las rosas en la mano, y noté que un par de personas volteó a verme. Caminé hacia la pantalla que señala los vuelos.

"Guadalajara, México. 10:26" -Eran las 10 de la mañana, aún faltaba media hora. Me quedé idiotizada un rato viendo esa pantalla, esperando que cambiara de parecer y que repentinamente dijera que acababa de aterrizar.

Caminaba de un lado a otro con las rosas, y pude escuchar a un niño decirle algo a su mamá sobre mí, porque me señaló. ¿Que no es bien común la gente con flores en un aeropuerto? ¿No es bien cliché? Me empezaba a poner nerviosa, entre la gente que me veía y la idea de que en cualquier momento vería a Marín atravesar esas puertas.

Volví a la pantalla. Ya eran las 10 y media, y aún no daba señas de aterrizaje. Me empecé a impacientar. Revisé mi celular y tenía un mensaje en Whatsapp de mi mejor amiga no straight preguntándome si ya Marín había llegado. Tenía otro de mi mamá preguntando lo mismo.

Finalmente, luego de mucho divagar, la pantalla anunció que había llegado el vuelo. Sólo quedaba que pasara migración y aduana, y ya estaría con ella. No lo podía creer.

Me iba de una de las salidas a la otra, en caso de que hubiera salido justo por la que no me encontraba yo, y nada. Pregunté a una de las muchachas que reparten su clásico folletito de "Bienvenidos a Panamá" y me dijo que sí había visto salir a varias personas de México.

"México es muy general"- Me dije en mi cabeza. Habían dos vuelos de México: El de Guadalajara y el DF. ¿Cómo podía saber que era su vuelo? ¿Cómo podía saber que ella no había salido? No quería que tuviera que esperar. YO NO QUERÍA ESPERAR NI UN SEGUNDO PARA VERLA.

Me volteé para caminar a la otra salida, y de pronto veo a lo lejos alguien con su maleta de rueditas, con un sombrero mexicano en la espalda.

Era ella.
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sábado, 7 de julio de 2012

Menos de 12 Horas

Ha sido una semana bastante pesada, en momentos me he sentido agobiada por la carga de trabajo que tenía que dejar al día antes de irme de vacaciones, de varias situaciones fuera del trabajo que han colmado mi paciencia y que me han hecho sentir tan impotente al punto de llorar de la rabia...

Pero mañana, toda esta semana habrá valido la pena.

Te amo tanto, mi amor. Te amo.
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