Es cierto que no se puede ser rígido, cuando uno está en una relación debe ser flexible, porque no siempre estaremos de acuerdo con nuestra pareja y es tonto pensar que encontraremos a alguien con quien concordemos en todo.
Pero una cosa es tolerar que tu novia quiera esto y tú aquello, que ella sea de una forma y tú no, y otra muy diferente es cambiar tu forma de ser, o tus criterios, por quedar bien con ella, o querer que la relación "continúe funcionando".
Cuando hacemos excepción en una cosa, luego en otra...se va creando un círculo, donde ya no distinguimos lo que estaríamos dispuestas a tolerar, y lo que realmente no vale la pena. Es lindo cuando hacemos sacrificios por alguien más, y sentimos que somos correspondidas. Pero hay un límite, donde el sacrificio ya no es sano, y terminas resintiéndote con la otra persona y contigo misma.
No daré muchos detalles, porque no es un problema mío, pero es mi reflexión del día.
Además, cuando resignaás tanto de tu personalidad y caes en una especie de simbiosis, cuando la relación se acaba es una mierda, porque no sos quien sos realmente ni tenés a ese por quien cambiaste al lado.
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