Queridos homofóbicos,
Sé que no puedo cambiarlos, así que no entraré en un caluroso debate sobre por qué no es anormal que me gusten las mujeres o que Dios no me mandará a los fuegos del infierno, y de ser así, probablemente iría acompañada de ustedes también.
Así como yo no pretendo cambiarlos, deben entender que ustedes tampoco me cambiarán a mí. No hay conversión, poder humano o divino, psicoterapia ni electroshock que ayude. Pues porque está en mis genes, en mi ambiente, en mi no sé qué, pero no me censuro, ni me arrepiento ni me interesa hacerlo.
Si hay algo que me haría respetarlos un poquito más, es que tuvieran argumentos, y por argumentos me refiero a comentarios válidos, comentarios de peso, algo más que una supuesta religión o el modo natural en el que gira el planeta, porque...¿saben qué? Hay animales que también son homosexuales, así que de que es natural, pues es natural.
Yo sé que para ustedes no importa que estudie una carrera, que aspire a una vida exitosa, lo buena hija o hermana, o amiga que soy, la ayuda que le doy a quien lo necesite, que no me la paso acostándome con todas(a diferencia de algunos heterosexuales) porque siempre seré lesbiana. Pero siendo lesbiana, soy más que muchos de ustedes.
No pretendo erradicarlos de la faz de la tierra, siempre van a existir, pero así como ustedes, nosotros también. Pero lo divertido de todo, es que yo los estreso/desespero/les causo repulsión/me odian, y ustedes a mí...Sólo me dan un tema para mi blog.
Lo único que me molesta, es que existan en mi propia casa.
